El hecho ocurrió en nuestra ciudad de Maipú (pcia de Buenos Aires), y la sorpresa en el juicio fue que la víctima desconoció el hecho, como también haber efectuado la denuncia. Pero los Jueces con otros elementos corroboraron que el ilícito y la denuncia habían existido.

En una sentencia dictada el pasado lunes en el marco de un juicio oral, el Tribunal en lo Criminal nº 1 de Dolores condenó a un joven vecino de Maipú, quien fue juzgado por un robo de un par de zapatillas que perpetrara en nuestra localidad, y del que resultara víctima una persona que circulaba en bicicleta.

Los Jueces consideraron probado, que en horas de la noche del 11 de noviembre de 2005, un sujeto adulto junto a otro no sometido a este proceso, interceptaron a un menor que se desplazaba en bicicleta por la calle Madero de nuestra ciudad de Maipú, a quien luego de aplicarle un golpe de puño en la cara y derribarlo al piso, lo desapoderaron de las zapatillas que llevaba puestas.

La reconstrucción del suceso se realizó a partir de la denuncia del damnificado, quien dijo que cuando circulaba vio al “Gato” Ferreyra junto a L.G. parados en la vereda, quienes lo llamaron. Que en esas circunstancias Ferreyra le había aplicado un golpe de puño en la boca, y que al caer le habían sacado las zapatillas, y que al ver que la otra persona se le venía encina, se había incorporado como pudo, tomó la bicicleta, saliendo a toda velocidad y descalzo hacia su casa, precisando que con el golpe le habían lastimado la boca. Agregó que luego y junto con su progenitora, habían efectuado la denuncia, indicando a la policía que los malhechores vivían a la vuelta de donde le habían sustraído el calzado.

Uno de los policías que intervino en las actuaciones, recordó en la audiencia que se habían pedido ordenes de allanamiento, una de ellas para una casa que Ferreyra y el otro sujeto solían frecuentar, lugar donde se habían posteriormente incautado las zapatillas, las que luego el denunciante había reconocido como de su propiedad.

Tanto otros policías como un testigo del allanamiento, recordaron que el procedimiento en la vivienda había resultado negativo, pero que en momentos en que se retiraban de la casa, un nene había dicho que las zapatillas que buscaban las tenía puestas su hermano, habiendo ido entonces hacia su casa y regresando luego con las mismas.

Con el informe médico y la declaración del profesional que lo realizó, se determinó que la víctima presentaba “un hematoma en hemicara izquierda, con excoriación superficial en dicha región”, y que ello podía ser producto de una caída o de un golpe de puño.

Pero la sorpresa en el juicio se produjo cuando la víctima –involucrada en otro grave hecho ocurrido en Maipú-, negó en la audiencia haber sido víctima de la sustracción de las zapatillas, desmintiendo haber indicado que Ferreyra hubiera sido autor de tal hecho, llegando incluso a negar que hubiera efectuado la denuncia y que fuera su firma la insertada en ella.

Pero los Jueces precisaron en el fallo, que la versión de éste se veía contradicha con otras constancias o elementos de convicción obrantes en la causa, lo que permitía arribar a un estado de certeza positiva respecto a cómo ocurrió el hecho y quiénes habían sido sus autores. “Es decir –dice el fallo, se desechó la versión oral de la víctima... (la del juicio) ya que la misma se encuentra enfrentada con la de los demás testigos que comparecieron a la audiencia oral y con lo datos objetivos recabados”.

Al momento de merituar la pena a imponer, el Tribunal consideró como agravante de la misma los antecedentes condenatorios que registraba el procesado, ya que el Tribunal en lo Criminal n° 2 Departamental lo había condenado a la pena de Un año y seis meses de prisión como autor de los delitos de Amenazas agravadas y Lesiones leves, por lo cual además se lo debía declarar reincidente.

Finalmente los Jueces por unanimidad resolvieron condenar a Osvaldo Javier Ferreyra, alias “El Gato”, argentino, de 26 años de edad, changarín, nacido y con domicilio en Maipú, a la pena de Un año y seis meses de prisión, por ser coautor penalmente responsable del delito de Robo simple; declarándolo al propio tiempo reincidente por segunda vez.

El hecho ocurrió en nuestra ciudad de Maipú (pcia de Buenos Aires), y la sorpresa en el juicio fue que la víctima desconoció el hecho, como también haber efectuado la denuncia. Pero los Jueces con otros elementos corroboraron que el ilícito y la denuncia habían existido.

En una sentencia dictada el pasado lunes en el marco de un juicio oral, el Tribunal en lo Criminal nº 1 de Dolores condenó a un joven vecino de Maipú, quien fue juzgado por un robo de un par de zapatillas que perpetrara en nuestra localidad, y del que resultara víctima una persona que circulaba en bicicleta.

Los Jueces consideraron probado, que en horas de la noche del 11 de noviembre de 2005, un sujeto adulto junto a otro no sometido a este proceso, interceptaron a un menor que se desplazaba en bicicleta por la calle Madero de nuestra ciudad de Maipú, a quien luego de aplicarle un golpe de puño en la cara y derribarlo al piso, lo desapoderaron de las zapatillas que llevaba puestas.

La reconstrucción del suceso se realizó a partir de la denuncia del damnificado, quien dijo que cuando circulaba vio al “Gato” Ferreyra junto a L.G. parados en la vereda, quienes lo llamaron. Que en esas circunstancias Ferreyra le había aplicado un golpe de puño en la boca, y que al caer le habían sacado las zapatillas, y que al ver que la otra persona se le venía encina, se había incorporado como pudo, tomó la bicicleta, saliendo a toda velocidad y descalzo hacia su casa, precisando que con el golpe le habían lastimado la boca. Agregó que luego y junto con su progenitora, habían efectuado la denuncia, indicando a la policía que los malhechores vivían a la vuelta de donde le habían sustraído el calzado.

Uno de los policías que intervino en las actuaciones, recordó en la audiencia que se habían pedido ordenes de allanamiento, una de ellas para una casa que Ferreyra y el otro sujeto solían frecuentar, lugar donde se habían posteriormente incautado las zapatillas, las que luego el denunciante había reconocido como de su propiedad.

Tanto otros policías como un testigo del allanamiento, recordaron que el procedimiento en la vivienda había resultado negativo, pero que en momentos en que se retiraban de la casa, un nene había dicho que las zapatillas que buscaban las tenía puestas su hermano, habiendo ido entonces hacia su casa y regresando luego con las mismas.

Con el informe médico y la declaración del profesional que lo realizó, se determinó que la víctima presentaba “un hematoma en hemicara izquierda, con excoriación superficial en dicha región”, y que ello podía ser producto de una caída o de un golpe de puño.

Pero la sorpresa en el juicio se produjo cuando la víctima –involucrada en otro grave hecho ocurrido en Maipú-, negó en la audiencia haber sido víctima de la sustracción de las zapatillas, desmintiendo haber indicado que Ferreyra hubiera sido autor de tal hecho, llegando incluso a negar que hubiera efectuado la denuncia y que fuera su firma la insertada en ella.

Pero los Jueces precisaron en el fallo, que la versión de éste se veía contradicha con otras constancias o elementos de convicción obrantes en la causa, lo que permitía arribar a un estado de certeza positiva respecto a cómo ocurrió el hecho y quiénes habían sido sus autores. “Es decir –dice el fallo, se desechó la versión oral de la víctima... (la del juicio) ya que la misma se encuentra enfrentada con la de los demás testigos que comparecieron a la audiencia oral y con lo datos objetivos recabados”.

Al momento de merituar la pena a imponer, el Tribunal consideró como agravante de la misma los antecedentes condenatorios que registraba el procesado, ya que el Tribunal en lo Criminal n° 2 Departamental lo había condenado a la pena de Un año y seis meses de prisión como autor de los delitos de Amenazas agravadas y Lesiones leves, por lo cual además se lo debía declarar reincidente.

Finalmente los Jueces por unanimidad resolvieron condenar a Osvaldo Javier Ferreyra, alias “El Gato”, argentino, de 26 años de edad, changarín, nacido y con domicilio en Maipú, a la pena de Un año y seis meses de prisión, por ser coautor penalmente responsable del delito de Robo simple; declarándolo al propio tiempo reincidente por segunda vez.