El hecho ocurrió en Maipú y la pena es condicional. La Juez resalta en el fallo, lo “inexplicablemente” de que no se hubiera procesado por encubrimiento a la moradora de la vivienda donde se halló lo robado.

La titular del Juzgado Correccional nº 1 Departamental, Dra. María Eva Merlo, condenó en el marco de un juicio oral a un joven vecino de Maipú (Buenos Aires, Argentina) el que fue juzgado por el robo de un televisor “blanco y negro” perpetrado en nuestra localidad.

La Juez valorando los distintos elementos de convicción incorporados al juicio, consideró que en las últimas horas de la tarde del 16 de marzo de 2006, al menos dos individuos adultos ingresaron a una vivienda ubicada en la calle Madero de dicha localidad, donde sin ejercer violencia de apoderaron de un televisor blanco y negro Noblex a batería, dándose posteriormente a la fuga con el mismo.

El damnificado dijo que se encontraba viviendo para esa época en la localidad de Las Armas, habiendo podido comprobar que en su vivienda de Maipú le había sido sustraído el televisor, y que los autores del hecho habían ingresado a la casa por una ventana lateral haciendo saltar las cerraduras que tenían trabas de plástico. Destacó que por razones de trabajo no había efectuado oportunamente la denuncia, pero que al haberse encontrado con un vecino supo que una persona había visto cuando el televisor era transportado por dos sujetos hasta una casa ubicada en la vecindad. Que por ello había decidido pasar por frente de esa vivienda, y que en una de esas pasadas había podido observar que sobre una repisa estaba el televisor de su propiedad, motivo por el cuál se hizo presente en la Seccional de policía a radicar la denuncia.

La mujer que había brindado información sobre lo ocurrido, efectuó durante el juicio un pormenorizado relato de lo que había visto, indicando que en momentos en que salía de su morada había visto pasar por la vereda a dos personas –las que identificó-, y que como los mismos tenían antecedentes delictivos, había cerrado la puerta del frente esperando que éstos pasaran, apreciando que llevaban un televisor de tamaño chico, el que trasladaron hasta el domicilio de la novia de uno de ellos. Agregó que recordaba perfectamente lo ocurrido, ya que al regresar a su casa había comprobado que le faltaba un equipo de música.
La Dra. Merlo precisó sobre este testimonio, que el mismo no tenía ambigüedades ni generaba dudas, como la había planteado la defensa del procesado.

Según surge del fallo, durante un allanamiento practicado en la casa de la novia de uno de los sujetos identificados por la vecina, ubicada a la vuelta de la vivienda del damnificado, se encontró el televisor sustraído.

Finalmente la Dra. Merlo resolvió condenar a Héctor Rafael Tort (“Rafa”), argentino, de 21 años de edad, soltero, empleado, nacido y domiciliado en Maipú, como autor penalmente responsable del delito de Hurto simple, a la pena de Dos meses de prisión de ejecución condicional, atento la ausencia de antecedentes condenatorios, las características del delito, y demás circunstancias demostrativas de la inconveniencia de aplicar una pena de efectivo cumplimiento

El hecho ocurrió en Maipú y la pena es condicional. La Juez resalta en el fallo, lo “inexplicablemente” de que no se hubiera procesado por encubrimiento a la moradora de la vivienda donde se halló lo robado.

La titular del Juzgado Correccional nº 1 Departamental, Dra. María Eva Merlo, condenó en el marco de un juicio oral a un joven vecino de Maipú (Buenos Aires, Argentina) el que fue juzgado por el robo de un televisor “blanco y negro” perpetrado en nuestra localidad.

La Juez valorando los distintos elementos de convicción incorporados al juicio, consideró que en las últimas horas de la tarde del 16 de marzo de 2006, al menos dos individuos adultos ingresaron a una vivienda ubicada en la calle Madero de dicha localidad, donde sin ejercer violencia de apoderaron de un televisor blanco y negro Noblex a batería, dándose posteriormente a la fuga con el mismo.

El damnificado dijo que se encontraba viviendo para esa época en la localidad de Las Armas, habiendo podido comprobar que en su vivienda de Maipú le había sido sustraído el televisor, y que los autores del hecho habían ingresado a la casa por una ventana lateral haciendo saltar las cerraduras que tenían trabas de plástico. Destacó que por razones de trabajo no había efectuado oportunamente la denuncia, pero que al haberse encontrado con un vecino supo que una persona había visto cuando el televisor era transportado por dos sujetos hasta una casa ubicada en la vecindad. Que por ello había decidido pasar por frente de esa vivienda, y que en una de esas pasadas había podido observar que sobre una repisa estaba el televisor de su propiedad, motivo por el cuál se hizo presente en la Seccional de policía a radicar la denuncia.

La mujer que había brindado información sobre lo ocurrido, efectuó durante el juicio un pormenorizado relato de lo que había visto, indicando que en momentos en que salía de su morada había visto pasar por la vereda a dos personas –las que identificó-, y que como los mismos tenían antecedentes delictivos, había cerrado la puerta del frente esperando que éstos pasaran, apreciando que llevaban un televisor de tamaño chico, el que trasladaron hasta el domicilio de la novia de uno de ellos. Agregó que recordaba perfectamente lo ocurrido, ya que al regresar a su casa había comprobado que le faltaba un equipo de música.
La Dra. Merlo precisó sobre este testimonio, que el mismo no tenía ambigüedades ni generaba dudas, como la había planteado la defensa del procesado.

Según surge del fallo, durante un allanamiento practicado en la casa de la novia de uno de los sujetos identificados por la vecina, ubicada a la vuelta de la vivienda del damnificado, se encontró el televisor sustraído.

Finalmente la Dra. Merlo resolvió condenar a Héctor Rafael Tort (“Rafa”), argentino, de 21 años de edad, soltero, empleado, nacido y domiciliado en Maipú, como autor penalmente responsable del delito de Hurto simple, a la pena de Dos meses de prisión de ejecución condicional, atento la ausencia de antecedentes condenatorios, las características del delito, y demás circunstancias demostrativas de la inconveniencia de aplicar una pena de efectivo cumplimiento