Hace cinco años que llegó a Buenos Aires desde Carmen, el mismo pueblo jujeño donde nació Jorge Cafrune. A los 29, Bruno Arias ya tocó y grabó con León Gieco, Mercedes Sosa, Jaime Torres, Angela Irene, Peteco Carabajal y hasta con Charly García. Es uno de los músicos jóvenes más destacados del folklore argentino de los últimos años. El viernes cantará en "Música del Alma"

El próximo viernes 25 de septiembre a las 21 horas, con entrada libre y gratuita, en el Centro Cultural "Leopoldo Marechal", con el esperado concierto del gran artista jujeño Bruno Arias, continúa la programación del IV Festival "Música del Alma" 2009.

Hace tres años que llegó a Buenos Aires desde Carmen, el mismo pueblo jujeño donde nació Jorge Cafrune. A los 29, Bruno Arias ya tocó y grabó con León Gieco, Mercedes Sosa, Jaime Torres, Angela Irene, Peteco Carabajal y hasta con Charly García, una gran versión de "La Canción del brujito", pero en su discos queda claro que sus principales influencias son los cantores que vio en guitarreadas eternas cuando era adolescente, el bailecito y los ritmos tradicionales de Jujuy y el carnaval del norte argentino, tiempo de festejo, amores y agradecimiento a la Pachamama.

Jujeño y universal es uno de los músicos jóvenes más destacados de los últimos años. La historia de Bruno Arias es simple, pero es esa sencillez la que lo distingue: “Yo empecé tocando la guitarra de grande, recién me puse a tocar en quinto año de la escuela. Pero por suerte, en esa época, mediados de los ’90, estaba pegando muy fuerte el folklore y la bohemia. Había una casa que se llamaba La Yuli, en la que vos podías caer a cualquier hora a guitarrear. Vos tocabas la puerta y decías ‘Ey, Yuli, vengo a guitarrear’, y ella te hacía entrar. Y se armaban ruedas de guitarristas jujeños y todos componían y cantaban sus propias canciones, fueran o no conocidos. Ella vendía algunas bebidas y vivía de eso. Vos entrabas y la energía era diferente de la que te podés encontrar en una peña: la entrega era diferente. Y ahí yo aprendí lo que es cantar con sentimiento, con corazón. En las guitarreadas de la Yuli a vos se te ponía la piel de gallina, cantara quien cantara: cuando vos escuchabas la historia de cada canción se te erizaba la piel”.

En su provincia, Bruno Arias, es ya una celebridad, luego de su exitoso debut discográfico “Changuito Volador” (2005), irrumpió en la escena de la música popular con su segundo trabajo "Atierrizaje" (2007), un CD que ya es referencia de renovación y frescura. Sus discos proponen, a través de bailecitos, carnavalitos, huaynos, y también chacareras y zambas, un recorrido por el paisaje musical jujeño. Hay algunos clásicos, pero la apuesta es rescatar temas olvidados y difundir autores no tan conocidos, como Pachi Alderete o Adrián Temer.

Bruno Arias se afianza como un nuevo intérprete de la música andina, y en cada una de sus inolvidables presentaciones, el joven jujeño trae el colorido, las leyendas y el baile del canto ancestral. LLegará a Maipú con la bendición de la gran Mercedes Sosa, Suma Paz, y de la correntina Teresa Prodi, quienes han profesado por él una admiración tal que certifica el talento de este artista único.

Hace cinco años que llegó a Buenos Aires desde Carmen, el mismo pueblo jujeño donde nació Jorge Cafrune. A los 29, Bruno Arias ya tocó y grabó con León Gieco, Mercedes Sosa, Jaime Torres, Angela Irene, Peteco Carabajal y hasta con Charly García. Es uno de los músicos jóvenes más destacados del folklore argentino de los últimos años. El viernes cantará en "Música del Alma"

El próximo viernes 25 de septiembre a las 21 horas, con entrada libre y gratuita, en el Centro Cultural "Leopoldo Marechal", con el esperado concierto del gran artista jujeño Bruno Arias, continúa la programación del IV Festival "Música del Alma" 2009.

Hace tres años que llegó a Buenos Aires desde Carmen, el mismo pueblo jujeño donde nació Jorge Cafrune. A los 29, Bruno Arias ya tocó y grabó con León Gieco, Mercedes Sosa, Jaime Torres, Angela Irene, Peteco Carabajal y hasta con Charly García, una gran versión de "La Canción del brujito", pero en su discos queda claro que sus principales influencias son los cantores que vio en guitarreadas eternas cuando era adolescente, el bailecito y los ritmos tradicionales de Jujuy y el carnaval del norte argentino, tiempo de festejo, amores y agradecimiento a la Pachamama.

Jujeño y universal es uno de los músicos jóvenes más destacados de los últimos años. La historia de Bruno Arias es simple, pero es esa sencillez la que lo distingue: “Yo empecé tocando la guitarra de grande, recién me puse a tocar en quinto año de la escuela. Pero por suerte, en esa época, mediados de los ’90, estaba pegando muy fuerte el folklore y la bohemia. Había una casa que se llamaba La Yuli, en la que vos podías caer a cualquier hora a guitarrear. Vos tocabas la puerta y decías ‘Ey, Yuli, vengo a guitarrear’, y ella te hacía entrar. Y se armaban ruedas de guitarristas jujeños y todos componían y cantaban sus propias canciones, fueran o no conocidos. Ella vendía algunas bebidas y vivía de eso. Vos entrabas y la energía era diferente de la que te podés encontrar en una peña: la entrega era diferente. Y ahí yo aprendí lo que es cantar con sentimiento, con corazón. En las guitarreadas de la Yuli a vos se te ponía la piel de gallina, cantara quien cantara: cuando vos escuchabas la historia de cada canción se te erizaba la piel”.

En su provincia, Bruno Arias, es ya una celebridad, luego de su exitoso debut discográfico “Changuito Volador” (2005), irrumpió en la escena de la música popular con su segundo trabajo "Atierrizaje" (2007), un CD que ya es referencia de renovación y frescura. Sus discos proponen, a través de bailecitos, carnavalitos, huaynos, y también chacareras y zambas, un recorrido por el paisaje musical jujeño. Hay algunos clásicos, pero la apuesta es rescatar temas olvidados y difundir autores no tan conocidos, como Pachi Alderete o Adrián Temer.

Bruno Arias se afianza como un nuevo intérprete de la música andina, y en cada una de sus inolvidables presentaciones, el joven jujeño trae el colorido, las leyendas y el baile del canto ancestral. LLegará a Maipú con la bendición de la gran Mercedes Sosa, Suma Paz, y de la correntina Teresa Prodi, quienes han profesado por él una admiración tal que certifica el talento de este artista único.